
Estos artefactos, que datan de los primeros siglos del Islam, se consideran una referencia fundamental para el estudio de la caligrafía coránica antes del descubrimiento de los manuscritos de Saná en Yemen.
Según la Fundación del Patrimonio Islámico Al-Furqan, antes de los hallazgos de Saná, la colección de Kairuán se consideraba el principal recurso para los estudiosos del arte de libros y manuscritos islámicos tempranos. El orientalista francés Georges Marçais y el arqueólogo Louis Poinssot realizaron una extensa investigación sobre estos manuscritos. Su trabajo ayudó a documentar e identificar las características artísticas más significativas de los códices de Kairuán, aunque sus estudios fueron en gran medida independientes de los manuscritos coránicos conservados en la biblioteca.
El análisis de documentos históricos y no circulados, como los primeros relatos de los manuscritos de Kairuán y las ediciones críticas de tratados como al-Taysīr fī Ṣināʿat al-Tasfīr (Facilitación del Arte de la Encuadernación) del jeque Bakr ibn Ibrahim al-Ishbīlī, ha aportado nuevas perspectivas. Esta obra ofrece una visión detallada de las diversas etapas de la producción del cuero, junto con la terminología técnica y artística empleada en este campo.
El Auge de la Artesanía del Cuero en el África Medieval
La producción de cuero en África floreció durante los siglos X y XI d. C. Las sillas de montar ricamente decoradas de Kairuán, adornadas con plata y seda, se encontraban entre los artículos de lujo exportados a los mercados europeos. La producción de pergamino también cobró importancia, y casi todos los manuscritos y registros coránicos norteafricanos se produjeron en pieles de animales.
Se cree que los eruditos andalusíes adoptaron las técnicas de encuadernación de los artesanos norteafricanos. Durante este período, África se convirtió en un centro de producción de manuscritos, exportando sus productos a Oriente y Andalucía (la España musulmana). Los registros históricos indican que los comerciantes africanos importaban materias primas como el azafrán (utilizado para teñir el rojo), el amoníaco (para blanquear el cuero) y la seda (para la fabricación de textiles) de las regiones orientales, incluida la India. Algunos cueros finos también provenían de Yemen.
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